Una de las preguntas más frecuentes a las que debemos hacer frente la mayoría de jugadores cuando alguien que no conoce Magic y nos ve jugando una partida es: ¿estáis jugando al rol? En este artículo vamos a intentar resolver esa duda que por desinformación tanto preocupa a ciertos sectores de la sociedad.
Artículo de Juan Manuel Barrera aparecido en la revista sobre juegos de cartas coleccionables Serra. Año 2 – Oct. 04 – n° 25. Distribuida en España por Dispersa Juguetes, S.L.
Sin duda alguna, la mayoría de las dudas provienen de familiares y amigos, sobre todo por la carga peyorativa que se le atribuye a la palabra rol por parte de la sociedad de un tiempo a esta parte, algo motivado por el desconocimiento del público y el amarillismo de la prensa. En la siguiente página web:
http://www.devir.es/juegos/dnd/inicio/rol/
podemos encontrar una definición bastante buena de lo que son los juegos de rol. Existen muchas páginas a tal efecto, pero dado que Devir es quien se encarga de distribuir Magic en nuestro país (España), qué mejor fuente para tomar en cuenta.
Para los que no sepan muy bien en qué consisten, diremos que son juegos en los que los participantes asumen el papel o el rol (de ahí el nombre) de personajes ficticios en un mundo imaginario (más o menos como en una obra de teatro). Las características y habilidades de cada uno de ellos vienen determinadas por unas hojas de personaje y la manera de adquirirlas la marca las reglas del propio juego.
Uno de los jugadores dirige la partida, y recibe el nombre de director de juego. Este jugador será el encargado de llevar a los jugadores a enfrentarse con pruebas de habilidad, con enemigos de fuerza inimaginable o con laberintos y trampas donde generalmente el trabajo de equipo es la clave para que los personajes salgan airosos de las vicisitudes planteadas. Los juegos de rol son, por tanto, juegos de interpretación. En la mayoría de ellos se utilizan tiradas de dados para resolver o modificar muchas situaciones.
Hechas las explicaciones pertinentes, diremos que Magic no puede considerarse un juego de rol, aunque desde el principio han existido voces discordantes a este respecto, siempre equivocadas. Había argumentos que apoyaban esa teoría: que tiene un trasfondo fantástico, que se vende en las mismas tiendas que el rol y, anecdóticamente, la típica frase “eres un mago, tienes veinte puntos de vida...” que se encontraba en los antiguos libretos de reglas. Claro que por esas mismas razones, cualquier juego de tablero, incluso el Monopoly, entraría en la misma definición.
A diferencia de los juegos de rol, Magic es un juego de estrategia, un juego de competición (generalmente de uno contra uno, aunque existen variantes multijugador). Los jugadores no interpretan ningún personaje, sino que tratan de vencer a sus rivales con sus cartas, siguiendo unas reglas muy claras. Mientras que los juegos de rol no tienen una directriz para que haya un ganador generado por el enfrentamiento entre los jugadores mismos, en Magic el objetivo de cada partida es ganar al rival. Rol es interpretación, mientras que Magic es estrategia.
Como última y más clarificadora diferencia, Magic es un JCC, un Juego de Cartas Coleccionables, con una lista de precios y un mercado que se mueve constantemente al ritmo que marcan los mejores jugadores del mundo, algo totalmente ajeno a los juegos de rol. Así y todo, con tantas diferencias, no parece extraño que se hayan llegado a confundir, principalmente dado el desconocimiento de ambas formas de entretenimiento por parte de la mayoría del público.
Magic fomenta valores tales como la sociabilidad, el cálculo matemático y la competitividad, mientras que los juegos de rol tienen como adalides a capacidad de integración, tolerancia, el trabajo en equipo o la búsqueda de un intelectualismo y lectura (para mejorar personajes, ambientaciones y aventuras). Aunque ambos tienen un punto en común: la oportunidad de pasar un buen rato de una forma alternativa a las pilas y pantallas de televisión y ordenador. Dos buenos salvavidas a los que aferrarse para poner a prueba a nuestra imaginación e inteligencia.
Artículo de Juan Manuel Barrera aparecido en la revista sobre juegos de cartas coleccionables Serra. Año 2 – Oct. 04 – n° 25. Distribuida en España por Dispersa Juguetes, S.L.
Sin duda alguna, la mayoría de las dudas provienen de familiares y amigos, sobre todo por la carga peyorativa que se le atribuye a la palabra rol por parte de la sociedad de un tiempo a esta parte, algo motivado por el desconocimiento del público y el amarillismo de la prensa. En la siguiente página web:
http://www.devir.es/juegos/dnd/inicio/rol/
podemos encontrar una definición bastante buena de lo que son los juegos de rol. Existen muchas páginas a tal efecto, pero dado que Devir es quien se encarga de distribuir Magic en nuestro país (España), qué mejor fuente para tomar en cuenta.
Para los que no sepan muy bien en qué consisten, diremos que son juegos en los que los participantes asumen el papel o el rol (de ahí el nombre) de personajes ficticios en un mundo imaginario (más o menos como en una obra de teatro). Las características y habilidades de cada uno de ellos vienen determinadas por unas hojas de personaje y la manera de adquirirlas la marca las reglas del propio juego.
Uno de los jugadores dirige la partida, y recibe el nombre de director de juego. Este jugador será el encargado de llevar a los jugadores a enfrentarse con pruebas de habilidad, con enemigos de fuerza inimaginable o con laberintos y trampas donde generalmente el trabajo de equipo es la clave para que los personajes salgan airosos de las vicisitudes planteadas. Los juegos de rol son, por tanto, juegos de interpretación. En la mayoría de ellos se utilizan tiradas de dados para resolver o modificar muchas situaciones.
Hechas las explicaciones pertinentes, diremos que Magic no puede considerarse un juego de rol, aunque desde el principio han existido voces discordantes a este respecto, siempre equivocadas. Había argumentos que apoyaban esa teoría: que tiene un trasfondo fantástico, que se vende en las mismas tiendas que el rol y, anecdóticamente, la típica frase “eres un mago, tienes veinte puntos de vida...” que se encontraba en los antiguos libretos de reglas. Claro que por esas mismas razones, cualquier juego de tablero, incluso el Monopoly, entraría en la misma definición.
A diferencia de los juegos de rol, Magic es un juego de estrategia, un juego de competición (generalmente de uno contra uno, aunque existen variantes multijugador). Los jugadores no interpretan ningún personaje, sino que tratan de vencer a sus rivales con sus cartas, siguiendo unas reglas muy claras. Mientras que los juegos de rol no tienen una directriz para que haya un ganador generado por el enfrentamiento entre los jugadores mismos, en Magic el objetivo de cada partida es ganar al rival. Rol es interpretación, mientras que Magic es estrategia.
Como última y más clarificadora diferencia, Magic es un JCC, un Juego de Cartas Coleccionables, con una lista de precios y un mercado que se mueve constantemente al ritmo que marcan los mejores jugadores del mundo, algo totalmente ajeno a los juegos de rol. Así y todo, con tantas diferencias, no parece extraño que se hayan llegado a confundir, principalmente dado el desconocimiento de ambas formas de entretenimiento por parte de la mayoría del público.
Magic fomenta valores tales como la sociabilidad, el cálculo matemático y la competitividad, mientras que los juegos de rol tienen como adalides a capacidad de integración, tolerancia, el trabajo en equipo o la búsqueda de un intelectualismo y lectura (para mejorar personajes, ambientaciones y aventuras). Aunque ambos tienen un punto en común: la oportunidad de pasar un buen rato de una forma alternativa a las pilas y pantallas de televisión y ordenador. Dos buenos salvavidas a los que aferrarse para poner a prueba a nuestra imaginación e inteligencia.
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